Manuel Fariña es un paraguayo que emigró a la Argentina huyendo de la dictadura de Stroessner. Priorizó formar una familia a su vocación clerical, pero la retomó en 2013. Fue ordenado el 30 de mayo.
La historia del hombre bautizado como Manuel Fariña Bernal en Caacupé, Paraguay, el 17 de junio de 1942, inspira a nunca dejar de perseguir una íntima vocación, por más obstáculos que se presenten.
En los años sesenta, Fariña decidió ingresar a un seminario en Asunción, pero su iniciativa se vio interrumpida por los vaivenes políticos de la época. Su papá debió irse del país perseguido por la dictadura de Alfredo Stroessner, que gobernó el país guaraní entre 1954 y 1989.
"Vimos que la situación en Paraguay se hacía más difícil. Entonces decidimos huir a la Argentina junto con mi padre para vivir como una familia", explicó Fariña en declaraciones al sitio argentino ACI Prensa.
"DECIDIMOS HUIR A LA ARGENTINA JUNTO CON MI PADRE PARA VIVIR COMO UNA FAMILIA"
El primer destino fue Corrientes, una de las provincias con más tradición religiosa del país que lo recibió. Sin embargo, pronto dejó el seminario local para seguir sus estudios en Paraná, Entre Ríos, durante un año.
Finalmente, una crisis de vocación lo impulsó a buscar otras maneras de acercarse al tema que lo apasionaba y se mudó a Buenos Aires para estudiar Teología en la sede de la UCA de Villa Devoto. Corría 1966.
Una postal porteña del cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco
Militancia política y trabajo con Bergoglio
Con el ideal de defender a las organizaciones de inmigrantes y apoyarlas desde la perspectiva religiosa, el hoy padre Fariña se unió a la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y fue parte delEquipo Pastoral Paraguayo (EPA).
"Nosotros como paraguayos formamos parte de la Comisión Pastoral Migratoria de la Argentina. Ahora es la Fundación o Misión Católica Argentina de Migración, que trabaja con todos los migrantes de todos los países. Ahí trabajé 30 años, fue toda una vida de militancia", indicó aACI.
Fue durante esas tres décadas en las que conoció al actual Sumo Pontífice, cuando Jorge Mario Bergoglio surgía entre las autoridades eclesiásticas de la capital argentina. "Yo trabajé con él tres años, cuando era obispo auxiliar en Buenos Aires en la pastoral migratoria. Somos buenos amigos", asegura.
"TRABAJÉ CON BERGOGLIO TRES AÑOS. SOMOS BUENOS AMIGOS"
En 1970, encontró a su compañera de vida, Juanita Romero García, también paraguaya. "La conocí en el círculo de amistades migrantes. Ella trabajaba como empleada doméstica y estudiaba acá, según las posibilidades de la época. En nuestro matrimonio, éramos una sola persona", recordó.
Estuvieron juntos por 45 años, tuvieron una hija, y ésta les dio dos nietos. Pero Juanita murió de cáncer en 2013 tras una larga y dolorosa lucha.
La pena de Fariña fue tal que le provocó un infarto: "Al recuperarme decidí entregar mi vida a Jesucristo. Así como ella fue llamada para ir a la casa del Padre, yo sentí un llamado para dedicar mi vida al servicio de Cristo. En ese momento escuchaba la frase: 'Ven y sígueme'".
TUVO UN INFARTO TRAS LA FUERTE DE SU ESPOSA Y ESCUCHÓ LA LLAMADA DIVINA: "VEN Y SÍGUEME"
Con la aprobación de su hija, que padece una esclerosis múltiple, decidió aceptar la llamada y retomó los estudios. El 30 de mayo, día del cumpleaños de su amada esposa, Manuel Fariña Bernal se ordenó en la iglesia Virgen de los Milagros de Caacupé, la iglesia en la que reposan las cenizas de Juanita.
"Fue muy emotivo, porque mucha gente nos conoció como matrimonio. Todos lloramos.Pero supe que todas estas coincidencias tienen una fuerte trascendencia. Es como la reafirmación de mi vocación", afirmó el flamante sacerdote.
A la ceremonia asistieron cinco obispos, diez sacerdotes y miembros de varias organizaciones políticas, sociales y culturales. Adolfo Pérez Esquivel, el activista argentino ganador del Premio Nobel de la Paz, y Carlos Custer, ex embajador argentino en el Vaticano, fueron dos de ellos. Fuente:Infobae