La brecha entre la plata que entra y sale a diario es la más alta desde 2011. Schiaretti, obligado a atajar la inercia y revertir el déficit.
Las ambiciones políticas tienen rienda suelta en los años electorales y ese fenómeno deja huellas en las cuentas públicas. Córdoba no es la excepción.
Según las proyecciones del Ministerio de Finanzas provincial, este año el gasto corriente está creciendo muy por encima de los ingresos. Tanto que la brecha entre la plata que entra y sale a diario será la más alta desde 2011, otro año en el que hubo elecciones.
Según la previsión oficial, entregada ayer en la Legislatura junto con el proyecto de Presupuesto 2016, el gasto corriente (la mayoría es para pagar salarios) terminará este año con un alza de 38 por ciento.
En 2014, la suba había sido de casi 40 por ciento, impactada por el acuerdo salarial con las fuerzas de seguridad, tras la crisis de diciembre de 2013.
