Si sos hombre, seguramente alguna vez te sentiste ofendido cuando alguna mujer te incitó a pedir ayuda al no encontrar una dirección. Si sos mujer, la negativa de él a preguntar te debe haber sacado de quicio más de una vez. El GPS puede ser una solución.
En su libro Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, el reconocido analista John Gray plantea una situación puntual, cotidiana y típica: “Una pareja se dirige a una fiesta. Él conduce. Después de unos 20 minutos de haber dado varias vueltas a la misma manzana, ella estaba segura de que él se había perdido. Entonces le sugirió que pidiera ayuda. Él se tornó muy silencioso. Finalmente, llegaron a la fiesta, pero la tensión originada a partir de ese momento perduró durante toda la noche. Ella no tenía idea de por qué él estaba tan enojado”.
Si sos hombre, seguramente alguna vez te sentiste ofendido cuando tu novia, mujer, madre, amiga o hermana te incitó a pedir ayuda al no encontrar una dirección. Si sos mujer, la negativa de ellos a preguntar cómo llegar a determinado lugar te debe haber sacado de quicio más de una vez. Pero la pregunta es: ¿por qué los hombres se niegan a pedir indicaciones cuando están perdidos?
John Gray es un experto en analizar el comportamiento de mujeres y hombres que están en pareja y afirma que cuando una mujer le “sugiere” a un hombre pedir ayuda para encontrar un determinado sitio, el hombre se siente ofendido.
Tristan Gooley es otro investigador que aporta su mirada al respecto y sostiene: “Mientras que las mujeres están más que dispuestas a utilizar todos los recursos disponibles para ayudarles a alcanzar un objetivo, los hombres se adhieren rígidamente a su estado original, a su ‘sistema’ (como un mapa o un conjunto de direcciones apuntadas en un papel), a pesar de que claramente es obvio que se han extraviado”.
Según Tristan Gooley, “ser forzados a confrontar el hecho de que su sistema no funciona hace que los hombres se pongan nerviosos”, ya que preguntar por una dirección sería “admitir que su sistema no funciona, lo que provoca el llamado ‘pánico ciego’”.
El GPS como solución
Robert Tamasy, vicepresidente de comunicaciones para el Legado de los Líderes, una corporación no lucrativa en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, reconocido investigador y autor de varios libros, afirma que “el GPS es un regalo del cielo”. Pese a que admite que “los hombres son particularmente renuentes preguntar direcciones (se enorgullecen de poder llegar a un destino sin ayuda, humana o tecnológica)", y aconseja: “Si está tratando de llegar a un cierto lugar, ¿por qué no intentar aprender una ruta mejor, más eficaz?”.
Entonces… ¿por qué usar un GPS?
Ahorramos tiempo: de acuerdo con un reciente estudio de Navteq, los conductores en Argentina que suelen usar dispositivos de navegación ahorran en promedio 1.387 kilómetros por año.
Ahorramos dinero: el del GPS reduce el consumo de combustible, lo cual nos ayuda a cuidar nuestro bolsillo.
Trae beneficios para el medio ambiente: consumir menos combustible no sólo nos permite ahorrar dinero, sino que también reduce las emisiones de dióxido de carbono que emite el vehículo.
Pero, fundamentalmente, puede ayudarnos a evitar un problema de pareja. Sólo tenés que buscar la dirección antes de salir de casa, programarla en el GPS y no tendrás inconvenientes para llegar a destino. No más llegadas tarde, ni horas y horas dando vueltas a la manzana. Fuentes: blogs.lainformacion.com / Libro: Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus (John Gray) / programavision2020.blogspot.com.ar
