El prototipo de la compañía japonesa combina todas las prestaciones de un smartphone en un androide que puede caminar, identificar rostros, responder a órdenes de voz y poryectoar fotos y videos, entre otras tareas.
Tienen pantallas táctiles de grandes dimensiones, procesadores potentes que ofrecen prestaciones similares a una computadora de escritorio, y cámaras de fotos que ya permiten registrar imágenes de alta calidad. Con estos avances, los celulares han logrado ganar el rótulo de teléfonos inteligentes por sus múltiples prestaciones.
Sin embargo, a pesar de ser un dispositivo personal y un asistente para las tareas diarias, estos equipos suelen mantener un clásico diseño rectangular con pantalla táctil. En este punto, Sharp intentó darle un formato amigable a los smartphones de la mano de RoboHan, un simpático androide de veinte centímetros de alto, equipado con una pequeña pantalla de dos pulgadas, un proyector, una cámara, conectividad Wi-Fi, LTE y diversos sensores.
Tiene un peso de 390 gramos, más del doble que los actuales teléfonos inteligentes, y sus prestaciones pueden parecer un tanto desactualizadas. No obstante, Sharp promete que RoboHan puede recibir y realizar llamadas, acceder al correo electrónico, descargar aplicaciones móviles, capturar imágenes y videos con su cámara frontal y visualizar estos cotnenidos mediante un proyector. También cuenta con un sistema de reconocimiento de rostros y, gracias a su curioso diseño, puede caminar o sentarse.
Sin precio definido para la venta, Sharp planea su lanzamiento para el mercado japonés durante el primer semestre del próximo año.