La compañía tuvo que cancelar 929 vuelos porque el personal de cabina, representado por el pequeño pero poderoso sindicato UFO, declaró la medida de fuerza. Continuará al menos hasta el viernes.
La aerolínea alemana Lufthansa anunció hoy la cancelación de 929 vuelos inicialmente programados para mañana debido a la huelga de personal de cabina que se inició el viernes.
Las cancelaciones, según la aerolínea, afectarán a 113.000 pasajeros.
La huelga, que los primeros días se limitó a los aeropuertos de Düsseldorf y Frankfurt, se extenderá mañana al de Múnich, que había sido dejado fuera de la movilización por el sindicato en consideración al fin de las vacaciones escolares de otoño en Baviera.
LA HUELGA PODRÍA COSTARLE A LA EMPRESA 21 MILLONES DE DÓLARES POR DÍA
La huelga, que según los planes del sindicato UFO (Auxiliares de Vuelo) deberá seguir hasta el viernes próximo, es la primera del personal de cabina de Lufthansa dentro del conflicto laboral actual que vive la empresa alemana.
Los pilotos de la aerolínea, en cambio, ya han hecho huelga en trece ocasiones.
Los motivos
La huelga tiene lugar luego de que Lufthansa y el sindicato fracasaron en lograr un acuerdo sobre beneficios jubilatorios y pensiones. Si la directiva de la aerolínea no hace concesiones, el gremio dijo que cumplirá una amenaza de más paros hasta el 13 de noviembre.
El analista Jochen Rothenbacher, de Equinet, dijo que la huelga podría costarle a la empresa 21 millones de dólares por día, dependiendo del número de cancelaciones, con un total de unos 140 millones de euros si el sindicato paraliza las operaciones siete días como amenazó.
Este año, huelgas llevadas a cabo por pilotos le han costado a Lufthansa 130 millones de euros.
Por ley, el Estado no interviene
La fortaleza de UFO es enorme, porque "sin auxiliares de vuelo o pilotos no puede despegar ningún avión comercial", según explica Hagen Lesch, del Instituto de la Economía Alemana (IDW), de Colonia.
En Alemania las negociaciones salariales se negocian directamente entre las empresas y los sindicatos. Ni el Estado ni el Gobierno tienen permitido participar. Esto es un derecho constitucional, y ambas partes lo defienden, por lo que no se puede dictar una conciliación obligatoria para garantizar un servicio público.
Pero las negociaciones laborales son cada vez más complicadas, porque en empresas gigantes como Lufthansa ya no existe una tarifa única ni un solo sindicato, sino varios que representan a los diferentes oficios o profesiones.
