La economía del principal socio comercial de la Argentina se contrajo el 1,7% en el tercer trimestre. La caída superó los pronósticos.
La economía de Brasil se contrajo el 1,7 por ciento en el tercer trimestre, lo que representa una caída mayor de lo que estimaban los pronósticos y que profundiza la crisis que ha inflado los precios y aumentado el desempleo a niveles que no se registraban en los últimos años.
En lo que va del año 2015 el producto interno bruto (PIB) acumuló una contracción de 3,2 por ciento, en lo que supone el peor nivel desde 1996, cuando se comenzaron a computar las cuentas de forma trimestral, indicó ayer en un informe el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
“El resultado es que la economía de Brasil se ha contraído durante tres trimestres consecutivos y es un cinco por ciento más pequeña de lo que era al comienzo del año 2014”, dijo Neil Shearing, jefe economista de mercados emergentes para Capital Economics, una compañía con sede en Londres.
“Hay varias maneras de interpretar los resultados, pero podría argumentarse que Brasil está ahora atravesando la peor recesión desde 1930-1932”, agregó.
Las perspectivas no son alentadoras para el gigante sudamericano: la inflación continúa en alza y ha comenzado a ejercer presión en el consumo en los hogares. Las familias brasileñas redujeron su consumo un 4,5 por ciento durante el tercer trimestre de 2015 comparado con el mismo período del año anterior.
Por otra parte, la inversión y las exportaciones también cayeron. Los resultados además muestran cómo la baja de los precios de los productos básicos a nivel mundial sigue afectando a Brasil, ya que el sector agrícola generó un 2,4 por ciento menos que los tres meses anteriores.
Asimismo, la profunda desaceleración de la actividad manufacturera de 3,1 por ciento confirma un panorama poco alentador para la industria brasileña.
Por otro lado, el escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras implicó a grandes ejecutivos de la construcción en el país, lo cual detuvo muchas obras que estaban en marcha.
Mientras tanto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, convocó ayer a los líderes parlamentarios para lograr la aprobación de una iniciativa de ley que permitiría al país no cumplir su meta fiscal, ya que la baja en el consumo también ha reducido los fondos que el gobierno recibe en materia de impuestos. El Congreso se reunió anoche y comenzó a discutir el proyecto.
“Estos datos no dejan lugar a duda de que la economía brasileña se enfrenta si no a una virtual parálisis en sus inversiones, al menos a una profunda desaceleración en las actividades que ayudarían a recuperar el PIB en el futuro”, expresó la columnista de economía Beth Cataldo en el portal de noticias G1. “Estas estadísticas están diciendo que los empresarios no se animan a invertir en este año de intensa agitación política y de desorden en las finanzas públicas”, añadió.
Paralelamente, el gobierno de Rousseff prevé que Brasil terminará el año con un superávit en su balanza comercial de unos 15 mil millones de dólares, frente al déficit por 3.959 millones de dólares acumulado en 2014 –el peor resultado para un año desde 1998– gracias a la fuerte caída de las importaciones provocada por la devaluación del real y por la recesión del país.
Brasil acumuló en los primeros 11 meses del año un superávit comercial de 13.442 millones de dólares, el mejor resultado para desde 2012, cuando el saldo positivo fue de 17.151 millones.
Argentina afectada
Déficit. El intercambio comercial de Argentina con Brasil tuvo en noviembre un déficit de 197 millones de dólares, según datos dados a conocer ayer en Brasilia.
En baja. En los primeros 11 meses de 2015 el comercio con Brasil dejó un déficit por 2.248 millones de dólares para la Argentina, mientras que el intercambio comercial alcanzó apenas los 21.580 millones de dólares.
Exportaciones. Las exportaciones hacia Brasil alcanzaron los 840 millones de dólares, con un derrumbe del 57 por ciento respecto de igual mes de 2014.
Autos. Los menores envíos de la industria automotriz (tanto de automóviles como de autopartes), que impactan en Córdoba, son otro dato de la crisis. Fuente: La Voz