Científicos de la Universidad de Nankai presentaron un proyecto para que un auto pueda ser conducido sin manos, ni piernas. Cómo funciona esta tecnología pensada para personas con discapacidad motriz
En los tiempos en los que la tecnología y los autos fortalecen cada vez más su relación, investigadores chinos presentaron un prototipo para poder manejar vehículos con la mente. Un paso más hacia la revolución de la industria: el futuro de los automóviles autónomos, eléctricos e inteligentes que suma cada vez más iniciativas.
Especialmente diseñado para personas con severos problemas en motricidad, esta creación exime al ser humano de tener que usar brazos y piernas. Investigadores de la Universidad de Nankai han ideado un novedoso sistema para que las señales cerebrales puedan administrar los pedales, orientar el volante y manipular la caja de cambios. Si bien por ahora el dispositivo sólo logra que el coche circule hacia adelante y hacia atrás, frene, se bloquee y desbloquee, las últimas investigaciones se abocan a recrear maniobras más complejas.
El sistema funciona con una máquina electroencefalograma conectada a 16 sensores que rodean la cabeza del conductor mental. El aparato envía las señales a una computadora que transforma los pensamientos en categorías y luego en acciones, todo en tiempo real y en menos de un segundo, en tren de evitar inconvenientes por reacciones lentas. Esta tecnología que decodifica mensajes intelectuales del conductor es acompañada por la ciencia aplicada a los autos autónomos, convirtiéndose un híbrido mixto entre control mental e inteligencia artificial.
Es un proyecto conjunto entre la Great Wall Motors y la Universidad de Nankai, China. El investigador Zhang Zhao detalló algunas formas operativas del equipo: "Señales del EEG (electroencefalograma) son recogidas y transmitidas de forma inalámbrica a la computadora. El ordenador procesa las indicaciones para clasificar y reconocer la intención del conductor, y luego los traduce en orden de control para el coche".
El investigador a cargo del proyecto explicó cuáles fueron las razones para pensar en un auto conducido sólo por la capacidad intelectual de los humanos: "Hay dos puntos de partida. El primero es el de proporcionar un método sin usar las manos y pies para las personas con discapacidad que no pueden moverse libremente. En segundo lugar, brindarles a las personas sanas un modo de conducción nueva y más intelectualizada".
El principal desafío de los investigadores es convencer a los escépticos y tradicionalistas con férreas ataduras culturales a la concepción de que las máquinas no pueden reemplazar actividades humanas. La preocupaciones, que sin embargo ya fueron desprestigiadas por los investigadores, radican en las probabilidades de colisión por distracciones al "volante". Los creadores de este desarrollo tecnológico saben que enfrentan una serie de retos, por eso propondrán la habilitación y aprobación de conductores mediante un entrenamiento de manejo previo.
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