El actor, que protagoniza la obra El quilombero en teatro, estuvo de invitado en El diario de Mariana y contó anécdotas de su hija.
Nicolás Cabré se mostró por demás cómodo y relajado en una entrevista brindada en vivo en El diario de Mariana.El actor, que protagoniza El quilombero en teatro, contó anécdotas de su relación con su hija Rufina, de dos años, que incluyó una particular "perlita": padre e hija comparten cierto rechazo por los flashes.
"Tiene muchas cosas de los dos, mías y de la China. Siempre me cargan porque le querés sacar una foto y te dice 'foto no, foto no'. 'Foto no papi, no me gusta', responde. 'Es la Cabré', me dicen", comentó con sonrisas.
"Rufi es una reina. Nos disfrutamos mucho. Pide por favor, te dice gracias. Es una señorita. Me sorprende lo que es. Y por sobre las todas es una nena feliz. A fin de mes arranca el jardín. Disfruto mucho, soy el hombre más feliz del mundo con ella. Descubro sonrisas y sentimientos que realmente no había vivido. Voy a prendiendo a ser padre y a mostrarme como soy. Se hace muy difícil que venga a verme al teatro porque me ve y me grita. Estaba con uno de los chicos y preguntaba quién era. Es como una Macaya Márquez del espectáculo, te va comentando todo", agregó sobre el vínculo. E hizo una particular sobre cómo repercutió la separación de Suárez en esa relación.
"De la separación lo que puedo rescatar (además de la buena relación que tengo con la China) es que yo decididamente no hubiese tenido la relación con Rufi si hubiese estado con la China, porque uno delega inevitablemente cuando está en pareja. Siempre nuestra prioridad y atención fue Rufina. Una vez nacida Rufi dejamos de ser los protagonistas de nuestra vida", afirmó.
Por último contó detalles de la crianza compartida: "No siempre estamos de acuerdo con la China pero eso no quita que la prioridad sea ella. Nuestro fracaso es nuestro. Rufi es otra cosa".
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