Estoy colgado arriba de un tanque sacando leche del tambo al camino más cercano donde el camión puede estar”. Esa fue la respuesta de Leonardo Alassia, uno de los productores de la zona de Rafaela consultados, cuando le preguntamos cómo estaba la situación.
Leonardo nos contó que las mediciones domésticas de la zona de Egusquiza desde las 22:00 del viernes hasta las 6:00 del sábado excedieron los 180 mm de lluvia, por lo que seguramente se superaron los 200 mm en estos días. Una situación que generó anegamientos de todo tipo.
Históricamente el agua que baja desde Córdoba perjudica sensiblemente los campos de nuestra región. Marini o Eusebia sufren directamente este fenómeno. Pero también en este caso fue imposible el drenaje debido a la gran cantidad de lluvia caída en tan poco tiempo. Incluso en lugares como Egusquiza, donde una loma protege en parte del agua que viene desde el oeste, fue difícil que el agua no se estanque.
En las zonas afectadas se registró una baja en la producción de leche de aproximadamente entre 40% y 45%. En cuanto a las pasturas es difícil proyectar el nivel de impacto ya que prácticamente todas las plantaciones están bajo agua. Los potreros donde no se evidencian pequeñas lagunas se encuentran con al menos 10 o 15 centímetros de agua. Más allá del riesgo de perder los cultivos por la acumulación de agua, el principal problema radica en la imposibilidad de cosechar. Si bien algunas parcelas ya pueden ser recogidas, no hay forma que ingrese la maquinaria para hacerlo.
La zona lindante con la Ruta 70, hectáreas de Roca, San Antonio, Vila y otros, sufrieron los mismos inconvenientes.
Una situación que alertó el productor Leonardo Alassia fue la de disparidad de obras que se evidencian entre los Comité de cuencas. Por el ejemplo en el Castellano – Zona Norte se realizaron diferentes trabajos, que en estos casos ayudan a morigerar la situación hídrica. En cambio en el Comité Las Calaveras – Las Penquitas el nivel de obra no es el mismo, por lo que el padecimiento de los productores en esos lugares es mayor.
Por lo pronto se esperan las actualizaciones de los pronósticos con ansias. Una vez que la lluvia deje de caer se estima que se necesitarán al menos 48 horas para que se pueda volver a transitar por los caminos rurales, al menos con vehículos de menor porte. Después dependerá de cada sector en particular para determinar si pueden volver a ingresar los camiones para recolectar la leche o trasladar animales. También se tendrá que esperar que se vaya el agua de los campos. Sólo así será posible continuar o comenzar la cosecha, según el caso. Fuente: La Opinión – Rafaela
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