Aunque otros artistas se dirigen al atril con pintura o tonos pastel, Cai Guo-Qiang prefiere hacerlo con explosivos.
Cai —quien nació en Quanzhou, China, pero que reside en Nueva York— ha convertido en su profesión el usar la pólvora a su voluntad. Su trabajo más conocido al parecer toma dos rutas diferentes: exhibiciones de fuegos artificiales aéreos o enormes pinturas de pólvora que crea al detonar grandes rastros en papel, los cuales enciende en vivo frente a una audiencia en vivo. . Ya sea efímero o permanente, su obra siempre es espectacular.
"La obra de arte más poderosa es cuando hay miedo", dice Cai, hablando desde Qatar, donde ha curado una exposición de artistas chinos, por encargo de Sheikha Al Mayassa.
Cuando se trata de explosiones, no siempre ha tenido el control total. Cai dice que tiene una deuda con su abuela, quien llegó al rescate durante sus primeros experimentos con la pólvora. "Una vez encendí el fuego y todo el lienzo se encendió", recuerda. "Ella simplemente puso una alfombra sobre el fuego en la sala de estar. Desde joven he aprendido mucho de ella". Él dice que su próxima pieza será dedicada a ella.
Aunque no todo el trabajo del artista involucra explosiones —una de sus piezas más famosas es Head On, una escultura que desafía la gravedad hecha con 99 réplicas de lobos de tamaño natural— el tema unificador es el espectáculo. El trasciende las fronteras culturales mediante la creación de un diálogo entre los espectadores y el mundo que los rodea.
Dado que trabaja a través de diversos medios, incluyendo dibujos, instalaciones, videos y el performance, su trabajo es reconocido a nivel internacional, con distinciones como el León de Oro en la Bienal de Venecia No. 48 en 1999, el 7º Premio de Arte de Hiroshima en el 2007, y el 20º Premio de la Cultura Asiática de Fukuoka en el 2009. También fue director de efectos visuales y especiales para la apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing.
"A lo largo de la historia del arte chino, algunos artistas han estado buscando su propio lenguaje artístico y cómo usar este lenguaje para transmitir y conectarse", explica. El arte de Cai sin duda es único, un medio que según dice utiliza para explorar la filosofía oriental, el sentimiento maoísta y los problemas sociales contemporáneos.
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"La gente verá los problemas políticos y sociales chinos y los artistas tienen que mostrar su sociedad", argumenta, "pero la gente ha dejado a un lado la creatividad individual, la actitud artística, los conceptos y el arte en sí".
Dado que el proceso artístico es el foco central de la obra de Cai, no podías evitarlo si lo intentabas. Después de salir de una de sus actuaciones, con los oídos que te retumban, puede estar seguro que su mensaje ha sido escuchado.
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