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El Día del Animal comenzó a celebrarse en Argentina en 1908. Si bien a nivel mundial la conmemoración es el 4 de octubre, en nuestro país la modificación corresponde a un hecho significativo: el fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, fundador de la Sociedad Protectora de Animales, quien propuso y propulsó la Ley Nacional de Protección de Animales (N° 2.786) en la que quedó establecido –por primera vez en la historia argentina- la obligatoriedad de brindar protección a los animales.
Esta ley nacional –conocida como Ley Sarmiento- fue promulgada el 25 de junio de 1981. La declaración de la norma obliga a brindar protección a los animales, así como a impedir su maltrato y su caza. Años más tarde, la ley completa fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977 y aprobada por la ONU y la UNESCO.
Esta ley nacional –conocida como Ley Sarmiento- fue promulgada el 25 de junio de 1981. La declaración de la norma obliga a brindar protección a los animales, así como a impedir su maltrato y su caza. Años más tarde, la ley completa fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977 y aprobada por la ONU y la UNESCO.
Cuando Albarracín aún estaba vivo, la fecha en la que se celebraba el Día del Animal era el 2 de abril. En aquel entonces, la inspiración surgió de Clemente Onelli, entonces director del Jardín Zoológico, y del mismo Albarracín. Esto caducó el 29 de abril de 1926, fecha en que falleció a los 75 años- el abogado cordobés, quien vivió gran parte de su vida en la provincia de San Juan.
ALBARRACÍN LUCHÓ CONTRA TODAS LAS PRÁCTICAS EN DONDE EXISTÍA EL MALTRATO HACIA LOS ANIMALES
Después de obtener su grado académico, Albarracín decidió defender durante muchos años de su vida a todos los animales. "Aún con su nivel de raciocinio inferior (respecto al hombre), no existe ningún tipo de necesidad de martirizarlos, castigarlos o gozar de su dolor", exclamaba Albarracín por ese entonces.
Albarracín falleció de un paro cardíaco y su recuerdo se centra en un propósito: destacar la importancia de las otras especies animales con quienes compartimos el planeta, víctimas del egoísmo y crueldad de los humanos. Pero también beneficiarios del amor y cuidado de tantas personas que les abren las puertas de su casa y los hacen parte de su familia.
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