Fue en la ciudad de Ansbach, en Baviera (sur). Hay al menos 12 heridos. Las autoridades informaron que se trató de una detonación “voluntaria”.
Doce personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, como conscuencia de una explosión ocurrida anoche en Ansbach, en el sudeste de Alemania, y las autoridades atribuyeron el ataque a un refugiado sirio que resultó la única víctima fatal aunque no pudieron confirmar si se trató de un atentado islamista.
“Al menos no podemos descartarlo”, advirtió el ministro del interior del estado Baviera, Joachim Herrmann, en conferencia de prensa, mientras un vocero policial se rehusó a confirmar si se trató de un atentado islamista pero admitió que se investigaba esa posibilidad.
La detonación ocurrió alrededor de las 22 (las 17 en la Argentina) en el centro de esa pequeña ciudad de Baviera, ubicada a unos 200 kilómetros de Munich y 40 de Nürenberg, a la entrada del festival de música al aire libre Ansbach Open 2016, al que asistían unas 2.500 personas.
El único muerto por la explosión fue un ciudadano sirio de 27 años, cuyo nombre no fue revelado, que vivía en Ansbach desde hacía dos años y había solicitado asilo político pero le fue denegado el año pasado, aunque fue autorizado a permanecer en el país debido a la situación en Siria, informó Herrmann.
El funcionario dijo que, según sus datos, ese joven había intentado suicidarse en dos ocasiones y había estado internado en un hospital psiquiátrico, y hasta el momento de sus declaraciones no podía asegurar si con la explosión solo había querido quitarse la vida o tuvo la intención de matar a otras personas.
Pese a que inicialmente medios locales informaron que la detonación había sido accidental, causada por una fuga de gas, pronto fuentes del Ministerio del Interior bávaro y la alcaldesa de Ansbach, Carda Seidel, dijeron que, de acuerdo con los primeros indicios, se trató de un hecho intencional.
Algunos testigos refirieron una sola detonación y otros dijeron que escucharon dos.
El centro de la ciudad fue cerrado completamente y los residentes no podían regresar a sus hogares, mientras policías, bomberos y socorristas acudieron al lugar, frente al castillo de Ansbacher, donde un helicóptero sobrevolaba la zona.
El concierto fue cancelado y los asistentes abandonaron el sitio, y varias viviendas y un hotel en las inmediaciones del lugar de la explosión fueron evacuados.
Paralelamente, diversas autoridades se habían constituido en un gabinete de crisis al cual se sumó más tarde Herrmann, quien se encontraba en Berlín y anunció su viaje inmediato a Ansbach.
“Al menos no podemos descartarlo”, advirtió el ministro del interior del estado Baviera, Joachim Herrmann, en conferencia de prensa, mientras un vocero policial se rehusó a confirmar si se trató de un atentado islamista pero admitió que se investigaba esa posibilidad.
La detonación ocurrió alrededor de las 22 (las 17 en la Argentina) en el centro de esa pequeña ciudad de Baviera, ubicada a unos 200 kilómetros de Munich y 40 de Nürenberg, a la entrada del festival de música al aire libre Ansbach Open 2016, al que asistían unas 2.500 personas.
El único muerto por la explosión fue un ciudadano sirio de 27 años, cuyo nombre no fue revelado, que vivía en Ansbach desde hacía dos años y había solicitado asilo político pero le fue denegado el año pasado, aunque fue autorizado a permanecer en el país debido a la situación en Siria, informó Herrmann.
Pese a que inicialmente medios locales informaron que la detonación había sido accidental, causada por una fuga de gas, pronto fuentes del Ministerio del Interior bávaro y la alcaldesa de Ansbach, Carda Seidel, dijeron que, de acuerdo con los primeros indicios, se trató de un hecho intencional.
Algunos testigos refirieron una sola detonación y otros dijeron que escucharon dos.
El centro de la ciudad fue cerrado completamente y los residentes no podían regresar a sus hogares, mientras policías, bomberos y socorristas acudieron al lugar, frente al castillo de Ansbacher, donde un helicóptero sobrevolaba la zona.
El concierto fue cancelado y los asistentes abandonaron el sitio, y varias viviendas y un hotel en las inmediaciones del lugar de la explosión fueron evacuados.
Paralelamente, diversas autoridades se habían constituido en un gabinete de crisis al cual se sumó más tarde Herrmann, quien se encontraba en Berlín y anunció su viaje inmediato a Ansbach.
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