El episodio fue descubierto en el Complejo Penitenciario III de Almafuerte. La Justicia de la provincia reclamó soluciones urgentes a la "degradante" situación de los internos alojados en el penal.
El Complejo Penitenciario III de Almafuerte, situado en la zona de Cacheuta, en la provincia de Mendoza, instaló unas jaulas al aire libre donde son alojados algunos presos y la iniciativa generó una fuerte polémica, ante las condiciones inhumanas a las que son sometidos los internos.
La Justicia de Mendoza reclamó soluciones urgentes a la "degradante" situación de los internos alojados en el penal.
La jueza segunda de Ejecución Penal de Mendoza, Mariana Mercedes Gardey Merino, hizo lugar a una acción de habeas corpus que fue presentada por la Procaduría de Violencia Institucional (Procuvin).
En consecuencia, la magistrada ordenó que en forma "urgente" se lleven a cabo reparaciones en el Complejo Penitenciario III de Almafuerte, más concretamente en las alas II y IV.
De acuerdo con la disposición difundida por el sitio web Fiscales, se constató que las deficientes condiciones de detención en el penal tornan "cruel, inhumano y degradante" el cumplimiento de las condenas impuestas a los reos.
La Procuvin había descrito además una serie de irregularidades en cuanto al régimen de encierro, como ser la infraestructura, sanitarias, de alimentación, de acceso a la salud, a la justicia, a actividades educativas y de esparcimiento, entre otras.
El 23 de junio pasado, el segundo juzgado de Ejecución Penal realizó una inspección propia donde pudo constatar la grave denuncia.
La jueza recordó en su resolución que ya se había advertido a la dirección del penal que adopte medidas como la provisión de elementos de higiene y limpieza a los internos, además de reparaciones edilicias, pero esas condiciones seguían son cumplirse.
Gardey Merino sostuvo que "dicho incumplimiento deviene en una franca violación a los derechos humanos de los internos alojados en dicho módulo".
Por su parte, el director del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, negó este martes que vivan reclusos en jaulas a la intemperie en una cárcel provincial.
Orellana insistió en que existe una "mala interpretación" de los jaulones instalados al aire libre en el Complejo Penitenciario III de Almafuerte e indicó que se trata de una decisión personal de los reclusos pasar allí "dos horas de recreación" si las condiciones climáticas lo permiten.
El funcionario dijo que esas jaulas fueron construidas "con la anuencia de la jueza que ahora las objeta", en referencia a la magistrada Mariana Mercedes Gardey Merino.
En declaraciones a radio Mitre, Orellana sostuvo por otra parte que la comida que reciben los internos es de "buena" calidad y que las tareas de limpieza corren por cuenta de los propios reclusos, que se encargan a diario de ese menester.
"Lo primero que impacta es creer que haya personas que viven en esas jaulas, lo cual no es cierto. Este complejo se encuentra en una región en donde suele haber dos grados -de temperatura-, por lo que no se podría vivir en ese lugar (a la intemperie)", sostuvo Orellana en su descargo.
También dijo que en esos jaulones son ubicadas personas que tienen "serios problemas de convivencia" en las instalaciones del penal y son alejadas durante dos horas como máximo, en soledad y "cuando las condiciones climáticas lo permiten".
"Negamos rotundamente que ahí vivan personas", remarcó, y agregó que se trata de una actividad de recreación "opcional", ya que depende de la decisión de los reclusos de pasar allí su "tiempo de recreo" sin tener que entrar en contacto con otros internos del penal. Fuente:Cadena3
La Justicia de Mendoza reclamó soluciones urgentes a la "degradante" situación de los internos alojados en el penal.
La jueza segunda de Ejecución Penal de Mendoza, Mariana Mercedes Gardey Merino, hizo lugar a una acción de habeas corpus que fue presentada por la Procaduría de Violencia Institucional (Procuvin).
En consecuencia, la magistrada ordenó que en forma "urgente" se lleven a cabo reparaciones en el Complejo Penitenciario III de Almafuerte, más concretamente en las alas II y IV.
De acuerdo con la disposición difundida por el sitio web Fiscales, se constató que las deficientes condiciones de detención en el penal tornan "cruel, inhumano y degradante" el cumplimiento de las condenas impuestas a los reos.
La Procuvin había descrito además una serie de irregularidades en cuanto al régimen de encierro, como ser la infraestructura, sanitarias, de alimentación, de acceso a la salud, a la justicia, a actividades educativas y de esparcimiento, entre otras.
El 23 de junio pasado, el segundo juzgado de Ejecución Penal realizó una inspección propia donde pudo constatar la grave denuncia.
La jueza recordó en su resolución que ya se había advertido a la dirección del penal que adopte medidas como la provisión de elementos de higiene y limpieza a los internos, además de reparaciones edilicias, pero esas condiciones seguían son cumplirse.
Gardey Merino sostuvo que "dicho incumplimiento deviene en una franca violación a los derechos humanos de los internos alojados en dicho módulo".
Por su parte, el director del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, negó este martes que vivan reclusos en jaulas a la intemperie en una cárcel provincial.
Orellana insistió en que existe una "mala interpretación" de los jaulones instalados al aire libre en el Complejo Penitenciario III de Almafuerte e indicó que se trata de una decisión personal de los reclusos pasar allí "dos horas de recreación" si las condiciones climáticas lo permiten.
El funcionario dijo que esas jaulas fueron construidas "con la anuencia de la jueza que ahora las objeta", en referencia a la magistrada Mariana Mercedes Gardey Merino.
En declaraciones a radio Mitre, Orellana sostuvo por otra parte que la comida que reciben los internos es de "buena" calidad y que las tareas de limpieza corren por cuenta de los propios reclusos, que se encargan a diario de ese menester.
"Lo primero que impacta es creer que haya personas que viven en esas jaulas, lo cual no es cierto. Este complejo se encuentra en una región en donde suele haber dos grados -de temperatura-, por lo que no se podría vivir en ese lugar (a la intemperie)", sostuvo Orellana en su descargo.
También dijo que en esos jaulones son ubicadas personas que tienen "serios problemas de convivencia" en las instalaciones del penal y son alejadas durante dos horas como máximo, en soledad y "cuando las condiciones climáticas lo permiten".
"Negamos rotundamente que ahí vivan personas", remarcó, y agregó que se trata de una actividad de recreación "opcional", ya que depende de la decisión de los reclusos de pasar allí su "tiempo de recreo" sin tener que entrar en contacto con otros internos del penal. Fuente:Cadena3
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