Las imágenes inquietantes se registraron esta semana, cuando las aguas comenzaron a bajar. Las lluvias dejaron 11 muertos, 8 mil evacuados y 40 mil hogares afectados.
Al menos 40 mil hogares se vieron afectados por la inundación del río Mississippi en Luisiana, Estados Unidos, y recién este miércoles los habitantes lograron regresar a sus hogares sólo para encontrarse con los detrozos que dejó el agua, incluido el desplazamiento de los ataúdes de un cementerio.
Varios cajones que estaban enterrados o en bóvedas del cementerio de Gonzales, a 20 minutos del río Mississippi, salieron flotando de su sitio durante la indundación y fueron vistos a la alturda de Sorrento y otras localidades.
La imagen de los ataúdes amarrados cuales barcos en postes para evitar su desplazamiento le agregó una vibra espeluznante al panorama.
Hasta el momento se registraron 11 muertos y 8 mil evacuados durante la inundación, que fue considerada tan fuerte y dañina como el huracán Katrina, que desoló la región en 2005.
"Cuando se tiene una tormenta sin nombre, si no es una tormenta tropical o un huracán, mucha gente subestima el impacto que pueda tener", explicó John Bel Edwards, gobernador de Luisiana.
El Servicio Meteorológico de los Estados Unidos informó que las aguas volverán a su nivel habitual a partir de este miércoles y hasta el viernes a más tardar. Unas 38 mil viviendas permanecían sin luz el martes de esta semana.
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