Juan Manuel Santos y el líder guerrillero Timochenko firmaron en Cartagena el pacto alcanzado el 24 de agosto. Ahora, debe ser ratificado en un plebiscito el 2 de octubre. Mirá los videos.
El presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Rodrigo Londoño, más conocido por sus nombres de guerra Timoleón Jiménez y Timochenko, firmaron en la turística ciudad caribeña el pacto alcanzado el 24 de agosto tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba.
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"¡Hoy puedo decirles que vivimos #LaFeliSÍdad de un nuevo amanecer para Colombia, una nueva etapa de nuestra historia, la de UN PAÍS EN PAZ!", tuiteó el mandatario horas antes del acto.
Unas 2.500 personas de blanco según el protocolo, entre ellas 250 víctimas, escucharon a quienes, enemigos por décadas, lograron lo que parecía imposible: acabar con la violencia entre guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, que ha dejado ocho millones de víctimas, entre ellas 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
La ciudad amurallada, resplandeciente bajo un sol inclemente, se vistió de gala para la ocasión, adornada con palomas de la paz con una cinta amarilla, azul y roja, colores de la bandera colombiana.
Al acto asistieron 15 jefes de Estado, entre ellos el cubano Raúl Castro, anfitrión de las conversaciones auspiciadas también por Noruega, Venezuela y Chile; el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el rey emérito de España, Juan Carlos, y numerosos representantes de organismos internacionales.
"Abogamos por que este acuerdo sea la oportunidad para una paz definitiva y con justicia social", dijo la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), instando a "la construcción de la equidad" en Colombia.
La Unión Europea decidió este lunes suspender a la guerrilla FARC de su lista de grupos terroristas, una medida que estará en vigor durante seis meses desde la firma del acuerdo y se revisará terminado ese plazo.
Aunque la decisión de la UE no implica la retirada definitiva de la organización armada colombiana de esta lista, en la práctica se traduce en la suspensión de las sanciones impuestas a los guerrilleros como la congelación de activos o la prohibición de poner fondos a su disposición.
Firma con "balígrafo”
El pacto, un texto de 297 páginas que esencialmente busca cambiar "balas por votos", promoviendo el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal, se firmó con un "balígrafo", un bolígrafo elaborado con balas, una réplica del cual será obsequiado a los visitantes.
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La jornada se inició con un homenaje a la fuerza pública, a quienes Santos agradeció "su sacrificio y su valor".
"Entre todos logramos silenciar los fusiles de la guerra y entre todos construiremos el camino de la paz", dijo el general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía.
En la Iglesia de San Pedro Claver, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y enviado del papa Francisco al acto, encabezó "una oración por la reconciliación de los colombianos", que se replicó en todos los lugares de culto del país.
En Bogotá, cientos de personas asistieron a un "concierto por la paz" en la céntrica plaza de Bolívar, desde donde pudieron seguir la firma en pantalla gigante.
Es un "acuerdo muy completo" e implementar lo negociado en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, inclusión de los ex guerrilleros en procesos políticos y aplicación de la justicia transicional requerirá "mucho liderazgo", estimó el canciller noruego, Borge Brende, en entrevista con AFP.
El pacto fue ratificado el viernes pasado por las FARC, nacidas de una sublevación campesina en 1964 y actualmente con unos 7.000 combatientes, al cabo de una inédita conferencia guerrillera con aval del gobierno y abierta a la prensa en El Diamante, un remoto paraje del sur del país.
"Se acabó la guerra, vamos todos a construir la paz", escribió Timochenko en Twitter, citando las conclusiones del encuentro.
Cadena humana en contra
Para entrar en vigor, el acuerdo debe ser aprobado en un plebiscito convocado para el domingo 2 de octubre, que, según las últimas encuestas, será favorable al Sí.
Lo negociado con las FARC es fuertemente criticado por la oposición liderada por el ex presidente Álvaro Uribe, quien este lunes acompañaba en Cartagena una cadena humana de rechazo a la firma.
La paz en Colombia no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), también alzado en armas desde 1964.
Esta guerrilla guevarista y el gobierno anunciaron en marzo su intención de instalar una mesa formal de diálogos similar a la de las FARC, que aún no se ha concretado ante la reticencia del grupo armado a abandonar el secuestro, una condición impuesta por Santos.
El ELN anunció una tregua unilateral, vigente del 30 de septiembre al 5 de octubre, para "facilitar la participación" ciudadana en el plebiscito. "Un gesto positivo" según el gobierno.
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