Alemania ha confirmado el envío de tanques de guerra a Lituania para fortalecer a los Estados bálticos. Sin embargo, la presencia de la OTAN sigue siendo simbólica; Rusia es aún militarmente superior en la región.
De acuerdo con los nuevos planes de defensa de la OTAN que surgieron en la cumbre de esta semana en Bruselas, Alemania es responsable de proteger a Lituania de Rusia. Y el Ministerio de Defensa alemán mostró el miércoles por la noche la seriedad con la que está tomando dicha tarea: el próximo año enviará dos tanques Leopard 2 a países bálticos en la frontera con Rusia, además de los ya anunciados 650 soldados. La medida es parte del plan más amplio de la OTAN para proteger a sus miembros del Báltico, quienes han mostrado su preocupación por las ambiciones rusas después de la anexión de Crimea en 2014 y la posterior guerra en el este de Ucrania.
Un batallón de la OTAN de alrededor de 1.000 soldados estará estacionado en Lituania a partir de junio del próximo año, y se irá rotado cada seis meses. Alrededor de 450 a 650 de estos soldados serán suministrados por el ejército alemán, mientras que los otros vendrán de Francia, Bélgica y Croacia. Los medios alemanes informaron que la unidad de combate también estará equipada con tanques, vehículos blindados, francotiradores e ingenieros.
Defendiendo las medidas de defensa
Cada una de las grandes potencias de la alianza está enviando tropas para reforzar las defensas de los países fronterizos con Rusia: mientras que Alemania está ayudando a Lituania, Polonia estará protegido por EE. UU., Letonia por los canadienses, y Gran Bretaña ayudará a fortalecer a Estonia.
Probablemente esto fomentará aún más el antagonismo ruso, cuyo Gobierno ha criticado en el pasado los planes militares de la OTAN en la región. "La alianza está concentrando sus fuerzas en mitigar una amenaza inexistente del este", dijo este verano el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, defendió las medidas, llamando el despliegue "apropiado" y "defensivo". "Esta es una clara señal de que un ataque a un país de la OTAN será considerado como un ataque a los 28 países de la OTAN", dijo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también indicó que la misión fue una respuesta a la agresión rusa. "Rusia está dispuesta a utilizar su poder militar", dijo en Bruselas. "Por tanto, es necesario que la OTAN haga frente a esto", añadió.
Gustav Gressel, especialista en Rusia en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, cree que, dadas las circunstancias, los nuevos planes de la OTAN son justificados. "Rusia sigue teniendo en esa zona una superioridad militar de alrededor de cinco a uno", dijo a DW. "No es en absoluto una amenaza ofensiva contra los rusos, sino más bien una reacción cautelosa a la acumulación y movilización militar rusa. No cambia el equilibrio militar en el Báltico", agregó.
Temores en el Báltico
De hecho, a los Estados del Báltico les hubiera gustado que la OTAN enviara más tropas a sus zonas fronterizas, dijo Gressel. "Desde 2009, Rusia ha capacitado a sus fuerzas en escenarios de invasión de países del Báltico. Para estos países, la situación es real, y no algo que podría suceder en algún momento", añadió.
"A pesar de estar económicamente aislada y de no poder permitirse tener un territorio nuevo, el sistema político ruso requiere muestras de poder militar para su propia población”, argumentó Gressel. "Cada vez es más difícil predecir qué hará Rusia, y saber qué considerará una provocación militar. Así, mejor estar seguros y decirle a Rusia que hacia el Báltico no hay viaje gratis".
Asimismo, la OTAN está tratando encontrar un equilibrio. "Uno tiene que cubrir el riesgo de que Rusia se ponga aventurera," dijo. "Pero, por otro lado, no hay que incentivar a Rusia a que cumpla sus propias profecías de amenaza. En mi opinión, el ruido que hace Rusia es para consumo interno y sus militares saben que la OTAN no va a invadir".
Alemania ha contribuido a la mayor unidad de rearme de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría: el año pasado, ordenó 100 tanques Leopard 2 más –sobre todo mediante la modificación de vehículos anteriormente desmantelados–. Al mismo tiempo, el límite de 225 tanques que se había acordado como parte de la reforma militar de 2011 se aumentó a 328.
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