La caja de tetra sólo en lo que va del año ya subió 65%. Cae el consumo.
Una caja de vino “bueno”, que en la Navidad pasada costaba 14 pesos, ahora se vende a 35. Sobran los calificativos para describir el aumento, pero uno –bien cordobés– encaja perfecto: “¡tan chupaos!”.
El vino en general, pero en envases económicos –tipo tetra brik– en particular, aumentó muy por encima del promedio de los alimentos y bebidas. Sólo en lo que va del año ya acumula un incremento del 65 por ciento.
El dato pertenece al informe del Centro de Almaceneros, que dice también que la suba interanual de octubre a octubre es del 77,33 por ciento para los vinos económicos.
“Nos está pasando con los vinos ahora, pero sucede con otros artículos: mientras más masivo es el producto, más sube”, dijo a Día a Día Vanessa Ruiz, vocera del organismo que agrupa a las despensas en Córdoba.
El comentario tiene que ver con que los vinos de más calidad (“finos”) subieron “apenas” 47 por ciento en lo que va del año y 62 puntos porcentuales en los últimos 12 meses.
“Un vino en caja de buena calidad se vende en las despensas entre 33,50 y 35 pesos”, detalló Ruiz.
De acuerdo con el Indice de Precios al Consumidor de Córdoba (IPC), las bebidas alcohólicas son, después del aceite (92 puntos en 2016), los artículos de almacén que más treparon.
El dato de septiembre (último disponible) indica que subieron 62 por ciento en el año y que acumulan en 12 meses casi 70 puntos porcentuales.
Causas
Las razones de tan desproporcionado incremento (respecto del resto de los productos) son varias, pero hay una que es clave: la escasez de uva.
El granizo destrozó como hacía 56 años que no pasaba gran parte de las vides en Mendoza, principal productora de vinos del país.
Consumo
Las ventas también caen. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura, los despachos de la industria a los puntos de venta presentaron una caída del 8,24 por ciento en el acumulado enero-agosto. Y sólo en lo que a vinos “en tetra” se refiere, el consumo de vino cayó 12 por ciento.
Estos vinos, que representan el 42 por ciento del mercado total de vinos del país, son los más sensibles a las crisis y los cambios de precios. Sus clientes compran menos cantidad o migran rápidamente a otras bebidas, como es el caso de la cerveza, que en lo que va de 2016 aumentó 32 por ciento.
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