Un grupo de 12 internos del Servicio Penitenciario participan de este proyecto que se enmarca en el programa “Manos a la Obra” impulsado por el gobierno municipal.
Un grupo de 12 internos del Servicio Penitenciario de Villa María comenzó la colocación de los primeros adoquines en una calle de la ciudad, un proyecto que se enmarca en el programa “Manos a la Obra” junto al gobierno municipal.
Del acto participó el intendente Martín Gill, quien observó la tarea que realizaban los obreros sobre calle General Deheza, a las puertas del establecimiento penitenciario. El mandatario sostuvo que, desde el área de Asistencia al Liberado del municipio, se viene trabajando para lograr una inclusión efectiva de las personas que recuperan la libertad.
La iniciativa surgió de un trabajo conjunto entre el municipio y el servicio penitenciario local “pensando una estrategia que también sea una oportunidad”.
El intendente remarcó que “surgió la posibilidad de crear un programa de capacitación con una intervención directa en el medio, en este caso en el barrio Belgrano. Se llevó adelante durante un mes y medio aproximadamente, en el interior del establecimiento, con 12 internos que han sido seleccionados”.
Además destacó que la Municipalidad viene trabajando para que los liberados tengan la oportunidad de ser proveedores de servicios que el municipio o terceros requieran. “Primero lo harán asistidos y acompañados, y después ojalá que puedan desempeñarse de manera autónoma”, concluyó.
Por su parte, la secretaria de Inclusión Social y Familia, Claudia Arias, destacó los proyectos en los que se trabaja desde Asistencia al Liberado. Uno de ellos cuenta con el apoyo de la UNVM y del CONICET y consiste en la elaboración de placas a partir de las cáscaras de maní.
También estuvo presente el director del Establecimiento Penitenciario, alcalde mayor José Herlan. “Es un impulso que supone mayor capacitación laboral y, a futuro, más inclusión en la sociedad. Es un comienzo de un trabajo mancomunado con el municipio”, expresó.
Cabe destacar que la tarea que iniciaron los internos cuenta con el asesoramiento y la guía de profesionales del IMV. Se adoquinará una superficie de unos 3.000 metros cuadrados, tanto en la calle General Deheza como en la cuadra de José Ingenieros que desemboca en la puerta del establecimiento carcelario.
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