La nena egresaba de sexto grado y estaba triste por no poder compartir el acto de fin de curso con sus compañeritos, por estar internada. Las seños le dieron el mejor regalo.
Fin de año nos regala siempre hermosas historias que vale la pena compartirlas. Muchas de ellas están relacionadas a la actividad educativa, que cada año desprende lágrimas de emoción en los actos de fin de ciclo.
Se trata de una pequeña de 11 años llamada Yuli Arcos, que en este 2016 terminó el primario en el colegio José María Paz de barrio Patricios de la ciudad de Córdoba.
Yuli estaba de viaje estudios con sus compañeritos y seños, y a mitad del viaje sufrió convulsiones. Debieron internarla de urgencia en el Hospital Italiano y allí, tras una serie de estudios que dieron mal, le diagnosticaron epilepsia.
Pero más allá de la gravedad en su estado de salud, la mayor preocupación y tristeza de la pequeña era por no poder asistir al acto de fin de curso que, se sabía, las maestras habían preparado con mucha dedicación para ellos.
El viernes 16 de diciembre, en medio de una tarde que prometía ser la más triste de todas, Yuli recibió el mejor regalo: una vez finalizado el acto, sus seños Lorena Cisneros y Sara Cortés se tomaron un taxi y la sorprendieron en el hospital con su diploma, presente y gorrito. Allí hicieron una pequeña “ceremonia” de entrega del título y se quedaron a compartir el momento con la alumna recientemente egresada.
A la pequeña Yuli le dieron de alta este martes. Volvió a casa con una catarata de medicamentos para tomar durante buena parte de su vida y con todo lo que implica para ella y su familia tener que aprender a convivir con una nueva enfermedad. En medio de este duro momento que atraviesa, el gran gesto de estas maestras hizo que por lo menos por un rato, ella olvide sus problemas y pueda tener, al igual que sus compañeros, su acto de egreso de fin de año.
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