En La Matanza existe una ciudad que nos hace viajar a la Europa del año 1300. Está construida íntegramente con materiales reciclados y reutilizados que provienen de distintas partes del mundo.
Nacida de demoliciones y de la creatividad de un hombre, en González Catán (departamento de La Matanza, Buenos Aires) se levanta la aldea del reciclado más insólita de la Argentina y sus alrededores. Conformada por un grupo de construcciones unidas por callecitas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos, Campanópolis recrea la vida medieval de la Europa del año 1300 entre castillos, torres, molinos y casitas con diversos estilos.
El recorrido por el lugar atraviesa las Doce Casitas del Bosque, fuentes, lagos, puentes de quebracho, islas, muelles, un molino de viento holandés, una capilla colonial, una locomotora con vagones y hasta un museo.
La basura de uno es el tesoro de otro
El nombre de la aldea proviene de su creador y fundador, Antonio Campana, quien sin conocimientos de arquitectura o albañilería llevó a cabo esta impresionante construcción. Las 200 hectáreas en las que se emplaza Campanópolis fueron adquiridas por Campana en el año 1976. Allí funcionaban distintas tosqueras, de donde se extrajeron los materiales para el aeropuerto internacional de Ezeiza. Sin embargo, al poco tiempo de haberlas comprado fueron expropiadas para ser utilizadas como relleno sanitario.
Luego las tierras fueron devueltas a su dueño, quien impulsó esta impresionante obra que actualmente recibe cerca de 5.000 visitantes y se utiliza para distintas actividades, que van desde filmaciones de programas de televisión hasta festejos de cumpleaños, pasando por la presentación de un disco. Más info acá.
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