La práctica puede causarle daños severos en distintos órganos. El joven busca tener todos los récords mundiales de fisicoculturismo.
El fisicoculturista de 21 años, Kirill Tereshin, es una celebridad en Instagram en donde posee más de 29 mil seguidores, dentro de los cuales, una gran mayoría lo critica por sus prácticas, poco deportivas, para ganar masa muscular.
El oriundo de Pyatigorsk, en Rusia, lleva casi un mes publicando fotos de sus bíceps y tríceps, que aumentan día a día, producto del consumo de Synthol inyectable, un aceite que sobrevuela en el ambiente del culturismo.
"Para alcanzar un gran tamaño, necesitas inyectarte litros en los brazos", reconoció a The Sun Tereshin, –quien presume de una circunferencia que alcanza los 60 centímetros–.
"Cuando lo estaba haciendo, tuve una fiebre, cerca de 40 grados, estaba tirado en la cama, sintiendo que me moría, pero entonces todo mejoró", explicó acerca de lo que le sucedía cada vez que se inyectaba la sustancia que no es ilegal, ya que puede comprarse de muchas formas.
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