Se trata de parches con antibióticos de diseños personalizados, es decir, hechos a medida para personas con diabetes. Los científicos argentinos apuntan a "desarrollar tecnología propia".
El equipo del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (Cindefi) del Conicet, que depende de la Universidad Nacional de La Plata, desarrollaron la primera bioimpresora 3D del país que fabrica apósitos con antibióticos para aplicar en heridas a personas con diabetes, cuyo proceso de cicatrización es muy dificultoso.
"Buscamos imprimir estructuras diseñadas a medida del paciente para depositar sobre el tejido y evitar infecciones, que suelen derivar en gangrenas o amputaciones", detalló el químico Guillermo Castro, investigador principal del Conicet y director del Laboratorio de Nanobiomateriales.
El equipo de Castro comenzó el proyecto hace tres años. "Ahora presentamos el prototipo de bioimpresora, que es la primera de su tipo en el país. Lo que necesitamos es financiamiento para desarrollarla, pero si todo sale bien podría estar disponible pronto", afirmó.
"Como investigamos con materiales biológicos, nos interesa obtener piezas con volumen que sean compatibles con la vida, por lo que las impresoras 3D convencionales que utilizan plásticos no nos sirven", precisó.
Castro comentó que "la idea es desarrollar tecnología propia, ya que en el mercado existen parches genéricos que se importan de Alemania o Estados Unidos y son muy caros".
"Planteamos hacer parches de diseño personalizado, es decir a partir del diagnóstico de cada paciente", con una "tecnología multipropósito" que está pensada "en principio para personas diabéticas" pero que "servirá también para otros tipos de lesiones de la piel, como quemaduras o heridas".
"Trabajamos con las heridas de los diabéticos dado que un informe de la Organización Mundial de la Salud advierte que a nivel global hay 422 millones de enfermos, y un gran porcentaje de ellos padece heridas crónicas", graficó Castro.
El desarrollo es público y estará manejado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la universidad platense, con patentes nacionales.
La diabetes es una enfermedad que afecta al sistema nervioso y a la vascularización periférica, por lo que el paciente pierde sensibilidad ante una lastimadura y la cauterización de la herida demora mucho. Por eso se forman las llamadas "escaras" o "úlceras por presión", con tejido muerto que favorece la aparición de microorganismos y suele generar infecciones que pueden esparcirse.
La solución hallada por los investigadores consiste en escanear la herida, crear un molde por computadora e imprimirlo utilizando un "biopolímero", como se denomina a los materiales macro-moleculares producidos por seres vivos, como microorganismos.
Los biopolímeros son biodegradables y permiten el crecimiento de células en ellos. Tienen la apariencia de un gel y, mezclados con un antibiótico, serían introducidos como matriz en la impresora para que genere un parche modelado con la misma forma y tamaño que la lesión en la que se depositaría, explicó Castro.
"Lograr apósitos de estas características permitiría, al mismo tiempo, que las terapias sean personalizadas no solamente en cuanto a la forma y profundidad de la lastimadura, sino también al tipo de antibiótico y la dosis a administrar, teniendo en cuenta que muchas personas presentan reacciones adversas a ciertos fármacos", apuntó.
El tiempo que tarda la impresora en producir un parche es "en promedio media hora", completó el especialista.
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