La municipalidad de Canals procedió el pasado sábado a la clausura momentánea del comercio hasta tanto se adecue a las normas. Una persona ya está con una causa.
Transcurridas tres semanas de la declaración del brote de triquinosis en esta localidad, la Municipalidad procedió el sábado a clausurar preventivamente la carnicería donde días atrás se decomisó carne porcina sin sello, que podría ser el origen del foco contaminante de la enfermedad.
El comercio clausurado pertenece a la persona que se encuentra imputada por la Justicia por “propagación culposa y contagio” de la enfermedad. Además pesa sobre este sujeto varios sumarios administrativos impulsados por el área de Fiscalización y Control de la Provincia por contravención a la Ley de Carnes y a la Ley de Convivencia.
En cuanto al nombre del comerciante, omitieron hacerlo público por entender que hay un proceso judicial en marcha.
La situación sanitaria por este brote de triquinosis en Canals y zona es crítica, ya que son 232 los casos confirmados oficialmente, aunque aseguran que en los últimos días esta cifra sumó varios afectados.
Hasta el momento se conocían las actuaciones del Senasa, Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Salud de la provincia. En el ámbito local es la Municipalidad la que debía accionar en contra del comercio, puesto que es el gobierno local el responsable. Llamó la atención la demora en la toma de decisión de la clausura, pero según dijo a PUNTAL Jorge Persegani, titular del área de Bromatología, no se había clausurado debido a que se esperaba contar con un resultado de análisis que determinara que el foco infeccioso provenía de dicho lugar.
Finalmente, el sábado por la tarde se realizó la clausura preventiva del establecimiento comercial, “por la venta de productos sin identificación (sello, rótulo, fechas de elaboración y vencimiento, RNPA: Registro Nacional de Producto Alimenticio y RNE: Registro Nacional de Establecimiento), por infracción a normas bromatológicas”.
El levantamiento de la clausura quedará supeditado al cumplimiento por parte del establecimiento comercial de todos los requisitos exigidos por las ordenanzas municipales y leyes vigentes en materia de habilitación, comercialización de carnes y chacinados.
Investigación y sanciones
Mientras los pacientes siguen bajo el protocolo de atención médica, la Justicia está realizando una exhaustiva investigación y el fiscal de La Carlota, Daniel Vaudagna, ya dispuso imputar al carnicero por “propagación culposa y contagio”.
Paralelamente, la Dirección de Fiscalización y Control del Ministerio de Agricultura, inició actuaciones sumariales, y el titular de esa repartición, Martín Gutiérrez, aseguró a PUNTAL que el foco de contaminación está identificado.
Y refiriéndose al responsable dijo que “generó la tormenta perfecta”, puesto que además de comercializar, tiene crianza de porcinos, faenaba en su campo, adquiría cerdos alimentados en un basural, elaboraba chacinados y prestaba servicio de catering.
“Vamos a ser inflexibles y durísimos aplicando las máximas sanciones. Entendemos que acá no es una pobre persona que hizo unos pocos embutidos y los vendió. Se trata de un acto de irresponsabilidad en el que hay muchísimas personas afectadas”, dijo el funcionario en diálogo con este medio.
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