Impresionante la cantidad de basura tirada por todas partes. Cajas de vino, botellas de vidrios rotas y esparcidas, copones, cajas, entre otros.
Horas después de los festejos, por la noche del domingo, la plaza San Martín quedó completamente tapada de basura, los tachos de residuos tapados. La calle 9 de julio brindaba una imagen triste, indicando como no se cuida los espacios públicos.
El nuevo árbol de navidad dejó de funcionar porque tenía cables cortados.
Una verdadera fiesta y algarabía se vivió en un momento histórico para el país, futbolísticamente hablando, el campeonato ganado demostró la necesidad del pueblo argentino de tener una alegría, cuando todo es pálida desde hace mucho tiempo, las calles de Monte Maíz se vieron desbordadas de colores, personas y vehículos.
A pesar de ello, como sociedad aún falta mucho que aprender con respecto a los cuidados.
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