El juicio por el femicidio de Nayara Ibarbia, quien falleció en un siniestro vial en 2017 en Monte Maíz, comienza con jurados populares en los Tribunales de Bell Ville. Su entonces novio, Gustavo Villarreal, está acusado de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. La familia de Nayara siempre sostuvo que se trató de un femicidio y aportaron pruebas de la relación de desigualdad y violencia psicológica que ejercía Villarreal sobre ella. La defensa sostiene la hipótesis del accidente, mientras que la fiscalía acusa por homicidio calificado.
A casi 6 años del femicidio de mi hija, después de tanto sufrimiento, de tanto dolor, de tantas cosas a las que nos tuvimos que enfrentar, por fin llega el juicio. No fue nada fácil atravesar estos años: nos caíamos, nos levantamos, pero sabíamos que teníamos que ser fuertes para seguir pidiendo justicia por ella, algo que se lo debía, que se lo prometí”, dice Valeria Contín, mamá e Nayara Ibarbia (17), quien falleció en un siniestro vial en Monte Maíz en 2017 y por el cual está acusado su entonces novio.
Este lunes 27 de marzo comienza el juicio con jurados populares en los Tribunales de Bell Ville en el que se juzgará a Gustavo Villarreal, de 28 años al momento del hecho, acusado de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio), que prevé una única pena, que es la de prisión perpetua.
Todo sucedió en la noche del 26 de abril de 2017 cuando Villarreal pasó a buscar en su Fiat Uno a su entonces novia, Nayara, luego de que ella le manifestara que no quería continuar con la relación.
Estuvieron una hora circulando con el auto por las calles de Monte Maíz cuando, cerca de las 22.30, el auto chocó en forma intempestiva contra un camión estacionado en la calle Corrientes al 1500 de la localidad del sur cordobés.
Producto del fuerte impacto, Villarreal resultó con una pierna fracturada y Nayara con pérdida de masa encefálica por lo que estuvo en coma una semana y murió el 7 de mayo. Nunca salió del coma por lo que no llegó a declarar ni a expresar nada respecto a lo sucedido.
CAMBIO DE HIPÓTESIS
Villarreal estuvo dos años imputado por homicidio culposo (por conducción peligrosa) y estuvo ese tiempo en libertad. Luego, producto de los resultados de los primeros peritajes y de la hipótesis que sostenía la familia constituída como querellante, la causa da un giro y cambia de carátula.
La familia de Nayara siempre sostuvo que se trataba de un hecho intencional. Por ello se constituyeron como querellantes en la causa para aportar pruebas.
La fiscal de instrucción Isabel Reyna acusó en 2020 a Villarreal por homicidio calificado y en un contexto de violencia de género.
María Eugenia Fernández, abogada de la familia de la víctima indicó: “Las pruebas de las pericias accidentológicas tardaron casi tres años pero indicaron que la calle estaba iluminada, que no hubo frenadas ni nada que indique la presencia de un suceso que lo llevó a hacer esa maniobra”.
Fernández recordó que pidieron como prueba que desbloquearan el celular de ambos. “Allí se encontraron mensajes que daban cuenta de una relación de desigualdad en la que él controlaba a Nayara en sus relaciones de amistad, le reclamaba por supuestas infidelidades que no eran tales. Allí también él manifiesta el día anterior que ‘tenía miedo de mandarse una cagada’. Ejercía violencia psicológica hacia ella”, dijo la letrada.
Por su parte se espera que en el juicio la defensa de Villarreal sostenga la hipótesis del accidente.
En la Cámara de Bell Ville estarán presentes este lunes los 8 jurados populares, los integrantes del tribunal, Gustavo Garzón, Fauro Alejandro Martin y Roberto Cuoretot.
En los seis años que pasaron entre el hecho y la instancia del juicio oral se realizaron tres marchas en pedido de justicia por Nayara.
“No íbamos a parar hasta que esto pasara. A días de que comience el juicio se nos vienen tantas cosas a la mente, todo lo que luchamos. Remover todo lo sucedido es muy doloroso, pero estamos muy fuertes y enfocados en que se va a hacer justicia, que le van a dar perpetua. Dejo todo en manos de Dios”, dijo Valeria, la mamá de Nayara.
Fuente: La Voz
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