El joven se puso agresivo y rompió elementos en el centro de salud local.
En un lamentable episodio, un individuo identificado como Julio C. protagonizó un incidente de violencia en el hospital municipal Dr. José María Minella. El suceso ocurrió como resultado de una aparente crisis nerviosa del joven, quien se encontraba en abstinencia.
Según testigos presenciales, el incidente tuvo lugar durante una acalorada discusión en el interior del centro de salud. El hombre afectado por su situación de abstinencia, habría perdido el control emocional y ocasionado daños considerables al romper vidrios y mobiliario en el hospital. Ante la gravedad de la situación, las autoridades presentes tomaron la decisión de alertar a las fuerzas policiales.
La policía fue notificada de la situación y acudió rápidamente al hospital, aunque para ese momento el joven ya había dejado el lugar y se dirigió por sus propios medios a la comisaría local. En la comisaría, confesó los actos de violencia cometidos en el hospital y fue esposado por las autoridades.
Dadas las circunstancias y el evidente estado de agitación del individuo, se procedió a trasladar al individuo nuevamente al hospital municipal para recibir atención médica y ser medicado con el propósito de tranquilizarlo. Una vez estabilizado, fue derivado nuevamente a la comisaría.
Fuentes oficiales han indicado que el estado de salud es motivo de preocupación, por lo que se ha decidido que una vez más sea trasladado al hospital para recibir un tratamiento y seguimiento continuo. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial respecto al incidente.
Es importante destacar que este no es el primer episodio en el que Julio se ve involucrado en un comportamiento violento. Días previos al incidente en el hospital, el joven ya había protagonizado una situación similar en el campamento que realizaba el sindicato SINPECOR, también viralizó audios con graves acusaciones.
La comunidad de Monte Maíz espera que las autoridades brinden una mayor claridad sobre el incidente y que se tomen las medidas adecuadas para asegurar tanto la seguridad de los pacientes y el personal del hospital como el bienestar del joven, quien claramente enfrenta desafíos de salud y emocional.
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