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Guillermo Molina, artista emergente de música melódica y pop, comparte su viaje musical y su evolución como solista en "Segunda Chance", VIDEO.
En una pequeña y acogedora sala de su hogar en Monte Maíz, Guillermo Molina, un artista en ascenso dentro de la música melódica y pop, nos recibe con una calidez que refleja tanto en su vida personal como en su arte. Desde sus humildes comienzos en la localidad de Baldissera hasta su reciente consolidación como solista, Guille comparte su viaje lleno de pasión, desafíos y evolución constante.
Inicios en la música: Herencia y pasión
Guillermo recuerda con nostalgia sus primeros encuentros con la música, profundamente influenciados por su padre. "Desde la cuna, creo que uno como padre sin querer va inculcando en sus hijos un poco de sus pasiones y sentimientos," comenta. Su padre, quien era un apasionado de la música, solía tocar la guitarra mientras Guillermo, a una temprana edad, intentaba seguirle el ritmo al piano. Estos momentos, grabados en su memoria, fueron los primeros pasos de un camino que lo llevaría a encontrar su propia voz en la música.
La muerte de su padre no fue un obstáculo, sino más bien un legado que Guillermo sintió que debía continuar. "Sentí como que era un legado, ni siquiera era una imposición," recuerda, hablando de cómo empezó a tocar la guitarra y a cantar, a pesar de las dificultades iniciales. Este espíritu de perseverancia lo llevó a participar en eventos escolares y a explorar diversos géneros musicales, desde el folclore hasta el cuarteto, y finalmente el rock nacional.
Evolución y búsqueda de identidad musical
Guillermo pasó por varias etapas en su carrera musical. Su incursión en el cuarteto a los 17 años en su banda local de Baldissera fue una experiencia formativa, aunque efímera. Sin embargo, fue su participación en el grupo Jalpa lo que marcó un punto de inflexión. "Jallpa me agarró en un momento de mi vida en donde estaba deseoso de música," explica, describiendo cómo este proyecto le permitió crecer y explorar sus capacidades creativas.
La transición hacia una carrera como solista fue un paso natural pero significativo. Con el apoyo de su familia y amigos, Guillermo comenzó a escribir sus propias canciones, descubriendo que su verdadera pasión residía en la música melódica y pop. Este proceso culminó en la formación de su identidad artística como Guille Molina, un nombre que inicialmente le costó aceptar debido a la carga de responsabilidad y el cambio de dinámica que implicaba dejar atrás la anonimidad de los nombres de bandas.
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| Guille Molina cantando junto a Los Rancheros |
Colaboraciones y producción: Un nuevo capítulo
Uno de los momentos decisivos en la carrera de Guillermo fue su encuentro con el productor Marcelo Predacino. Este encuentro no solo le brindó nuevas oportunidades, sino que también le permitió redescubrir su potencial y redirigir su música hacia nuevos horizontes. "Marcelo me fue cambiando y rumbeando para otro lado, y a su vez descubriendo sinceramente cuáles son mis influencias y a dónde quería llegar," comenta.
La colaboración con Predacino llevó a la producción de su álbum "Segunda Chance," un trabajo que encapsula tanto la evolución personal como profesional de Guillermo. El título del álbum refleja su percepción sobre las segundas oportunidades en la vida y en el amor, temas recurrentes en sus canciones. "Segunda Chance nace de las segundas oportunidades que nos da la vida, en el amor y también en la música," explica.
Segunda Chance: Un tributo al amor y a la resiliencia
El álbum "Segunda Chance" consta de 10 canciones, de las cuales ocho son composiciones propias y dos son versiones de canciones conocidas. Entre estas se encuentra una reinterpretación de "Lo Mejor del Amor" de Rodrigo, una elección que, aunque inicialmente resistida por Guillermo, resultó ser una experiencia reveladora. "Interpretarla y sinceramente leer la canción me hizo entender que es una terrible historia de amor," dice, destacando cómo una nueva interpretación puede ofrecer perspectivas frescas sobre canciones ya establecidas.
La creación de "Segunda Chance" fue un proceso colaborativo y de descubrimiento. Guillermo trabajó de cerca con su hijo Felipe, quien también toca la batería en varias canciones del álbum. Esta colaboración no solo fortaleció su vínculo personal, sino que también aportó una dimensión emocional significativa a su música.
Desafíos y expectativas: El camino hacia el reconocimiento nacional
El lanzamiento de "Segunda Chance" y su presentación en escenarios importantes, como el Festival de la Peña de Villa María, han sido hitos cruciales en la carrera de Guillermo. Sin embargo, la verdadera prueba es la presentación en Buenos Aires, un evento que le genera tanto emoción como nerviosismo. "Es la primera vez que vamos como cartel, vamos a Café La Humedad en Buenos Aires, nuestra primera vez en Buenos Aires sinceramente," comparte con una mezcla de ansiedad y anticipación.
Esta presentación no solo representa un paso importante en su carrera, sino también una oportunidad para medir su impacto fuera de su zona de confort. A pesar de los nervios, Guillermo se muestra optimista y agradecido por el apoyo de su equipo y su familia, quienes han sido pilares fundamentales en su trayectoria.
Mirando hacia el futuro: Nuevos proyectos y continuidad
Con el éxito de "Segunda Chance," Guillermo ya está trabajando en su próximo proyecto discográfico. "Estamos trabajando con disco nuevo, vamos a arrancar ahora en julio," revela, indicando que tiene alrededor de 15 canciones listas para ser producidas. Este nuevo proyecto promete continuar la exploración musical de Guillermo, quien se mantiene abierto a incorporar diferentes estilos y ritmos en su música.
Desde sus comienzos hasta su consolidación como solista, su viaje ha estado marcado por la búsqueda de identidad y la apertura a nuevas oportunidades. "Creo que fui evolucionando también en gustos, abrí un poco más la mente," concluye, destacando la importancia de la flexibilidad y la adaptación.
Con un futuro prometedor por delante y un espíritu indomable, Guillermo Molina se perfila como una figura destacada en el panorama de la música melódica y pop.
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