La diputada nacional Soledad Carrizo celebra la elección de Gerardo Zuin en la UCR y el compromiso de unidad en Córdoba.
En el marco de la reciente elección de autoridades de la Unión Cívica Radical (UCR) del Departamento Unión, la diputada nacional Soledad Carrizo se mostró satisfecha con la elección de Gerardo Zuin como presidente departamental de la UCR. En un encuentro que reunió a representantes, militantes y líderes del partido, Carrizo expresó su confianza en el liderazgo de Zuin, quien fue elegido por unanimidad gracias a una trayectoria consolidada que cuenta con un amplio respaldo de la comunidad y el partido.
Entrevista a la Diputada Soledad Carrizo tras la elección de Gerardo Zuin como Presidente de la UCR
¿Qué significa esta elección para la UCR y el departamento?
Buenas noches, muchas gracias por venir. La verdad es que esta convocatoria y la elección de Gerardo como presidente reflejan el cariño y el respeto que se ha ganado en la gente a lo largo del tiempo. Su trayectoria en el municipio y su colaboración constante con la gestión han dejado una huella profunda en la comunidad. Esta dedicación a ayudar y acompañar a las personas es lo que, sin duda, le ha valido este respaldo unánime de todos los sectores, con el apoyo de los intendentes. Hoy, Gerardo asume esta responsabilidad sucediendo a otro gran dirigente, Carlos Brinner, quien ahora es legislador provincial. Esto es un orgullo para el departamento, ya que muestra que los proyectos colectivos son el camino a seguir.
A nivel nacional hemos visto algunas divisiones dentro de la UCR, pero en el ámbito local y departamental parece prevalecer la unidad. ¿A qué se debe esta diferencia?
Es cierto. Este año, las elecciones internas de la UCR en Córdoba han mostrado un cambio importante. En el interior, estamos en un contexto de crisis social y económica, y la gente nos pide, con urgencia, que nos pongamos de acuerdo. Los que representamos al interior sabemos que muchas de las decisiones se toman en la capital y luego repercuten aquí. Creo que hemos aprendido de nuestros errores. Por primera vez, logramos una unidad provincial significativa, y eso también se debe a que comprendemos que hay desafíos mayores por delante. Nuestro objetivo es claro: ganar en 2027 y poner fin a 25 años de gobierno peronista en Córdoba. Este proceso demuestra que existe un radicalismo en Córdoba con una identidad propia, distinto del que se ve en Buenos Aires.
¿Es un mensaje para el radicalismo nacional, entonces?
Sin duda. Córdoba siempre ha tenido una mirada distinta y nunca ha permitido que sus destinos sean definidos por las internas nacionales. Como dijo el nuevo presidente del partido, Marcos Ferrer, el radicalismo de Córdoba está en condiciones de mostrar al radicalismo nacional que el camino va por otro lado, que hay un radicalismo dispuesto a ser motor de cambio. La gente en el interior apoya esta visión y quiere que seamos un partido que proponga soluciones y controle al gobierno sin confrontar sin necesidad. Para nosotros, el diálogo es fundamental y, aunque en el bloque hemos tenido diferencias internas, seguimos comprometidos en ofrecer alternativas.
Gerardo mencionaba la importancia de la humildad y el contacto con la gente. ¿Qué significa esto para el radicalismo en Córdoba?
Totalmente. La clave está en mantenernos cercanos a las personas, escucharlas y entender sus realidades. Yo vivo en Funes, un pueblo en el norte de Córdoba, y para mí es fundamental ir todos los domingos al mercado, hablar con los vecinos, recoger sus inquietudes. Esta conexión con la realidad cotidiana es lo que realmente nos hace diferentes y lo que va a permitirnos construir un gobierno sólido. Las plataformas de gobierno no se pueden hacer desde un escritorio. Por eso celebro que Gerardo, Rodrigo y otros dirigentes estén caminando las calles, escuchando a las comunidades. Estoy convencida de que en 2027 vamos a gobernar Córdoba. Nos aseguraremos de continuar lo que se ha hecho bien y de mejorar lo que sea necesario, con la impronta de cambio que esta provincia necesita.
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